Son esos ojos,
los que rojos de llorar,
ya no saben a quien mirar
sin miedo a conquistar
através de aquel cristal
roto, de lo poco
que se mira tras de él,
ada oculta
y resulta que ese es el problema
si no ofrece dificultad
no vale la pena,
vale el llanto que oculta detrás
porque hay más
que un cristal reluciente
es un alma consciente
un cerebro incipiente
un niño no muy valiente
el recipiente de las manías
que todos los días ven en él,
ay de aquel que no lo perdone
por ser un simple torpe
un pensamiento por o acorde
con su edad, su condición o raza.
Algo pasa ,
si cada vez que pasas
no se te cae el alma
a los pies, al darte cuenta
de lo libre que es él encerrado
y lo atado que estás tú
sin un sólo candado.
los que rojos de llorar,
ya no saben a quien mirar
sin miedo a conquistar
através de aquel cristal
roto, de lo poco
que se mira tras de él,
ada oculta
y resulta que ese es el problema
si no ofrece dificultad
no vale la pena,
vale el llanto que oculta detrás
porque hay más
que un cristal reluciente
es un alma consciente
un cerebro incipiente
un niño no muy valiente
el recipiente de las manías
que todos los días ven en él,
ay de aquel que no lo perdone
por ser un simple torpe
un pensamiento por o acorde
con su edad, su condición o raza.
Algo pasa ,
si cada vez que pasas
no se te cae el alma
a los pies, al darte cuenta
de lo libre que es él encerrado
y lo atado que estás tú
sin un sólo candado.
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